El término “cefalea” hace referencia a cualquier dolor localizado en la región craneal, en la parte alta de la región cervical o la nuca y en la mitad superior de la cara. Es lo que comúnmente se denomina “dolor de cabeza” son uno de los trastornos más comunes del sistema nervioso y constituyen el motivo más frecuente de consulta médica en todo el mundo. Durante un año, se calcula que casi el 50% de las personas adultas sufrirán dolor de cabeza en al menos una ocasión. De éstas, casi el 10 % requerirán tratamiento médico.
Se han descrito más de 300 diferentes dolores de cabeza. Dentro de las cefaleas podemos encontrar las migrañas o jaquecas, cefaleas tensionales, brotes o por uso excesivo de analgésicos. Sin embargo, no existe un diagnóstico de referencia, por lo que su tratamiento se realiza en función de los síntomas que presenta cada paciente.
Por su enorme importancia, para el tratamiento de los dolores de cabeza, son necesarios profesionales sanitarios bien capacitados, que aporten una detección y diagnóstico exactos que establezcan un tratamiento eficaz. Por ello, si sufres de cefaleas continuas, el primer consejo que debes seguir es el de visitar a tu médico de cabecera.
A pesar de no existir un diagnóstico de referencia se ha descubierto que un alto porcentaje de los caso analizados, estos dolores de cabeza tiene como origen las cervicales, por lo que las correcciones posturales cuando nos encontramos en entornos donde pasamos la mayor parte del día (la oficina, por ejemplo) es una de las claves para evitar o reducir este tipo de dolores.
No obstante, en este artículo vamos a tratar aquellos dolores de cabeza producidos únicamente por la adquisición de una mala postura. Cuando nos encontramos en la oficina; sentados en nuestra silla frente al escritorio o trabajando con el ordenador, es habitual adoptar una posición incorrecta de las cervicales. Una mala postura mantenida de forma prolongada puede producir una contractura muscular cervical y, con ella, dolor de cabeza.
De todo lo anterior extraemos que la postura en la oficina es fundamental para evitar los dolores de cabeza; por lo que podemos dar una serie de recomendaciones (sin tratar de sustituir -en ningún caso- las prescripciones de un profesional de la salud) recomendamos tener en cuenta lo siguiente:
1. Alinear la cabeza con el tronco. Es muy frecuente dejar llevar la cabeza hacia el frente, lo que provoca que las cervicales no estén correctamente alineadas con el tronco. La cabeza y la columna vertebral han de estar colocadas en la línea de gravedad. Además, es importante mantener la silla próxima a la mesa. De esta manera evitaríamos la inclinación hacia adelante del tronco.
2. Evita mantener la espalda encorvada y los hombros caídos. Está muy relacionada con la anterior. Una de las posturas más habituales mientras estamos sentados en la silla consiste en encorvar la espalda y dejar caer los hombros, de manera que afecta a la correcta alineación de las cervicales. Una postura erguida es la mejor opción para evitar dolores de cabeza (y también de espalda y cuello). Se recomienda sentarse en sillas altas, con respaldos rectos, con la espalda bien apoyada en el respaldo. Hay que evitar sentarse en el borde de la silla o con el tronco girado.
3. Diseño de la silla. Debe ser adecuado al tipo de tarea, siendo importante que la altura de la base del asiento y del respaldo sean regulables.
4. Lectura. Si en el trabajo vas a pasar la mayor parte del tiempo leyendo, evita estar tumbado para la lectura. En este caso es fundamental el uso de un atril y un reposapiés en el suelo, de tal manera que genere una posición ligeramente inclinada de las piernas respecto a un ángulo de 900. Se recomienda mantener el cuello en posición recta, no flexionado ni girado, y es recomendable el uso de un reposacabezas.
5. Si estás sentado durante periodos de tiempo prolongados; debes usar sillas ergonómicas, asientos que se adaptan a tu anatomía. Estas sillas deben presentar una curva a nivel lumbar. Además, se recomienda utilizar sillas con reposabrazos. En su defecto, puedes apoyar los brazos sobre la mesa en ángulo recto.